Tanto si se trata de un correo electrónico como si es una conversación en medio de la calle o en una reunión en la oficina, no basta con decir algo y esperar que se haya entendido exactamente como se pretendía. A veces hace falta más, mucho más…
Para que la comunicación sea efectiva tu mensaje debe ser:
Claro
Que no haya que interpretar ni leer entre líneas. Para una comunicación efectiva el mensaje debe ser claro y para ello es fundamental utilizar las palabras precisas. Es importante utilizar palabras con las que el destinatario del mensaje esté familiarizado y lanzar el mensaje con las ideas ordenadas y un lenguaje sencillo.
Conciso
Ya sabes, «lo bueno, si breve, dos veces bueno».
No te extiendas más de la cuenta, ve al grano. Decide cuál es la parte importante y relevante de lo que quieres decir y dilo de la forma más breve posible y sin repetirte.
Concreto
El mensaje debe estar bien definido para que no quepan dudas, o sean las menos posible.
Ofrecer detalles te ayudará a evitar o despejar dudas y a que puedan visualizar lo que estás diciendo.
Correcto
Un mensaje correcto es un mensaje libre de erratas y que sea veraz.
Coherente
La coherencia implica lógica, que una idea lleve a otro en orden, que fluya, que tenga sentido…
Completo
Si el mensaje que lanzamos está completo, quien lo recibe se encuentra en una mejor posición y condición para la toma de decisiones.
No es lo mismo decir «el martes necesitaré una reunión» que decir «el martes a las 15:00 h necesitare reunirme para tratar las ventas realizadas en el último mes».
Cortés
Si además el mensaje muestra respeto y agradecimiento contribuirá a reforzar las relaciones.