Si hablamos en castellano, quizá la traducción del anglicismo storyboarding que más se acerca a nuestra legua es «guión gráfico».
Para hablar de storyboarding debemos remontarnos a los años 30, ya que fue por aquella época cuando los estudios Walt Disney desarrollo esta técnica o sistema básico de organización y planificación de pensamientos visuales.
El filmes de animación, este sistema funciona realmente bien, ya que permite plasmar la secuencia incluso con detalles de la escena en diferentes bloques visuales.
Probablemente estarás pensando qué tiene que ver toda esta historia de Walt Disney y sus dibujos con tu empresa. Y con toda la razón de mundo. La respuesta es: mucho.
Con toda seguridad has escuchado eso de que lo que debemos «vender son historias, no productos«. No solo es así, sino que tu negocio está compuesto por tus historias, las de tus productos/servicios y las de tus clientes.
Muy bien, pero ¿qué es eso del storyboarding y para qué sirve a mi empresa?
Imaginamos que esta es la siguiente pregunta que te has hecho.
Lo cierto es que hoy, todos, casi sin excepción, buscamos respuestas en la Red. Y lo hacemos porque es rápido, sencillo y porque es —muchas veces— fiable y nos permite satisfacer nuestros deseos y resolver nuestras dudas y/o problemas.
Ese es el principal motivo por el que debes dominar a la perfección el conocimiento (conocer a tu público), gustar (ofrecerles lo que buscan, lo que quieren, lo que necesitan) y la confianza (debes ganártela).
Solo si eres capaz de ganarte la confianza de un usuario a tal punto que le motiva cerrar un acuerdo o compra contigo, estarás creando contenido digital que funciona.
Y ahora sí, la respuesta a la pregunta: el storyboarding de ayuda a planificar este proceso, este viaje de tres escalas (conocer, gustar y confiar).
Storyboarding para generar ideas de contenido
Conocer a tu público objetivo es fundamental. Cuanto más le conozcas, mejor, más fácil llegarás hasta él y más identificado se podrá sentir con tu marca.
Las preguntas clave son:
- ¿Qué piensa y qué siente?
- ¿Qué dice y qué hace?
- ¿Qué ve?
- ¿Qué oye?
Es también fundamental que definas qué es exactamente lo que quieres que hagan los usuarios o tu público objetivo?
Comienza por definir ese objetivo final y luego piensa en una secuencia de lo que sucede antes de la compra que te permita llegar hasta ahí, hasta ese objetivo final.
Pero debes ir un poco más allá: ¿qué ocurre después de la compra? Anota lo que sucede de manera inmediata, a corto, medio y largo plazo tras la compra.
Plantéate y anota, incluso, los problemas que tiene tu cliente antes de comprar tu producto y los problemas que tiene durante la compra del mismo. Es más, haz una lista con todos esos problemas… De ahí podrás sacar una lista de los temas que debes publicar en tu blog o el de tu empresa.
Ya tienes los temas que darán respuesta a gran parte de las inquietudes de tu público objetivo. Pero no olvides ahora que es momento de ponerse a escribir el flujo narrativo. Para ello, organiza tus ideas en secuencia…