[av_heading heading=’El secreto del éxito se llama interactuar’ tag=’h1′ link_apply=» link=’manually,http://’ link_target=» style=’blockquote modern-quote modern-centered’ size=» subheading_active=» subheading_size=’15’ margin=» margin_sync=’true’ padding=’10’ color=» custom_font=» av-medium-font-size-title=» av-small-font-size-title=» av-mini-font-size-title=» av-medium-font-size=» av-small-font-size=» av-mini-font-size=» av_uid=’av-kcs5uquz’ custom_class=» admin_preview_bg=»][/av_heading]
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No es fácil escapar al poder que tienen las marcas, ni a la influencia que ejercen sobre nosotros. Y es que las marcas han sabido cómo facilitarnos nuestras decisiones de compra, a veces de manera inconsciente, otras de manera consciente. Así, desde lo que nos ponemos hasta lo que comemos está definido por la percepción que tenemos sobre marcas y productos concretos.
Sin embargo, a pesar de que esto no es un secreto para nadie, aún son muchas las empresas y marcas que no tienen el control de esas percepciones que los consumidores tenemos. La clave está en que las viejas técnicas de marketing tradicional cada vez se muestran más ineficientes; cada vez más el secreto se encuentra entre los usuarios y potenciales clientes, en la interacción con ellos.
No, señores, la llave del éxito la guarda la publicidad, ni un anuncio bonito o muy caro, no depende solo de la página web de la marca, ni de tener o no tener un app, tampoco es solo cuestión del packaging… Claro está que todo ello es importante, pero no lo es todo, ni tampoco suficiente para el éxito. La diferencia entre cualquier marca y una gran marca además de en la calidad, está en las percepciones que se ha encargado de trabajar y crear en su público objetivo a través de interacciones. Si lo prefieres resumido: gran parte del secreto del éxito depende de la experiencia del cliente.
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