Optimizar la conversión no es tarea sencilla, pero sí es viable si se siguen una serie de pautas clave.
Emplear técnicas para mejorar la CRO es fundamental para reducir los costes y mejorar la rentabilidad de tu negocio online. Sin embargo, no todo vale para lograrlo. Una estrategia mal dirigida o con un enfoque equivocado acabará con nuestra paciencia y, de paso, e posible que también con nuestros recursos.
Olvídate de la conversión
Sí, has leído bien; para aumentar la conversión, es mejor que en principio te olvides de la conversión. Paradójico, pero es así. ¿Por qué? Sencillo: porque lo más importante es aportar valor y ofrecer a los usuarios una buena experiencia, a ser posible, inolvidable.
Piensa en grande
Sí, para dar forma y poner en marcha una buena estrategia, debes pensar en grande. Y con pensar en grande nos referimos también a responsable. Es decir, evitar a toda costa los parches y las soluciones milagrosas.
La clave de tu conversión se basa, en gran medida, en tu capacidad de entender lo que quieren tus visitantes.
Pon como punto de partida un buen análisis y estadísticas… Y a partir de ahí podrás comenzar a desarrollar tests y pruebas ensayo/error que te aporten datos e información más concreta y aporten respuestas más rentables.
Cuando tengas el análisis de lo que ocurre en tu ecommerce, es momento de pasar a los datos cualitativos del mismo: porcentaje de rebote, el número de páginas vistas, número de usuarios únicos…
Ten en cuenta que optimizar la conversión implica que la calidad esté por delante de la cantidad. Y para hacer esto efectivo es fundamental buscar soluciones completas, aunque estas, por lo general, requieran más tiempo.
La presión alcanzar resultados a corto plazo a veces no nos deja ver con claridad. Pero es el largo plazo el que realmente hará del negocio un negocio exitoso.